Hace poco un amigo me dijo en palabras aproximadas "cuando veo tu blog, querida micaela, me dan ganas de suicidarme". Claro, no lo dijo en esas palabras pero, después de revisarlo un poco, concluí que cualquier persona normal o que sea un poco más optimista que yo pensaría eso. Esto me lleva a intentar alegrar un poco más lo que aqui se escriba. Voy a contar con el apoyo de un nuevo optimismo.
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