domingo, 21 de noviembre de 2010

Tuve un sueño. De pie, como hipnotizada por la luz, encerrada en mi mente, girando en el tornado de pensamientos. Por primera vez podía ver lo que había pasado, lo que había hecho. Me había mentido tanto. Y de repente, el calor de tu cuerpo cerca mio. La suavidad de tus labios en mi cuello. Despacio. Escalofríos y esa electricidad en todo el cuerpo. De nuevo, seguía sin hacer nada. Era más fuerte que todo. Me desperté.

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