domingo, 4 de julio de 2010

Suerte

Y todas esas frases con las que antes encaraba el día, y todas esas cosas que antes eran mías, pensadas para mi, ahora son para otro. Siento un deja vu al leer toda su vida. Eso era mio, era mio y lo quiero, siempre lo quise. Ni siquiera podría verlos tocarse. No podría. Me hacía sentir especial, hoy no. Hoy siento que ya no soy ni tan buena, ni tan distinta, ni tan especial. Ya no siento que pertenezca a nadie. Pero por esas cosas de la vida, estoy feliz por ello, podría ser muy bueno (no para mi, claro) y deseo lo mejor. Además, no tengo derecho a quejas.

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